jueves, 22 de enero de 2015

Enamorada del invierno

Y es que había esperado tanto la primera lluvia del invierno caer sobre ella, sentir las gotas salpicando sobre su cuerpo, alborotando su cabello.

Si! como anhelaba que lloviera, saltar sobre los charcos de agua, como si la niña en su interior volviera a nacer, le gustaba sentir el frío que no estaba tan malo.

Amaba el invierno, amaba su forma griseasa, y la forma en que desnuda los árboles y obliga a las personas a buscar calor. 

Amaba su blanquecino color que al mirarlo le daba paz y amaba su olor, ese que entra por nariz, invade los poros y hiela el cuerpo; que aroma el que tiene invierno, que delicia la tierra mojada por la lluvia.

Estaba enamorada del invierno, era perfecto para ella, y no entendía porque muchos preferían otras estaciones.

Y es que le parecía tan fácil amar la primavera, amar el verano,  y hasta el otoño podía ser admirado, pero el invierno es incomprendido.

El invierno no sabe que es invierno, no se siente melancólico y disfruta de ser blanco y opaco,
Sabe que los rayos de sol vendrán luego y le gusta amar su momento.

Y ella esperaba tanto el invierno.

 Le gustaba como el color de sus mejillas y nariz se ponían cuando llegaba, amaba vestirse para la ocasión y disfrutaba bailar bajo la lluvia de invierno.


Ella y el invierno se sentían dueños del mundo, ella sabía que para poder ver el arcoíris debía apreciar la lluvia. Y el invierno de vez en cuando dejaba que un rayo sol entrara tan solo para verla dibujar de colores sus días.

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