Las noches de verano suelen ser más frías,
el viento susurra a mi ventana, me dice que no estás, que no
volverás.
Trato de no pensarte, de no recordar tu olor después de
hacer el amor,
mis manos inquietas dibujan en la cama la forma de tu cuerpo
como un triste consuelo, intento saborear las noches de
placer en tu espacio muerto.
Mis pies congelados buscan el calor de tu entrepierna,
mi corazón palpita agitado, asustado, agotado,
Las mariposas ya no vuelan solo mueren en el estomago vació de amor,
Las noches de verano suelen ser más frías en esta cama
vacía.